Muchos besos, muchas caricias, innumerables
“te amo”, perdí la cuenta de los “te quiero”; muchas noches con el corazón
deseando sentirte cerca y poder apartarte el pelo de la cara con la mayor
delicadeza posible, solo para no despertarte; tanto tiempo perdido esperándote
en la estación, creyendo que tu serias el tren que me llevaría hasta el
paraíso. En mi pecho había llamas que tú mantenías encendidas.
Ahora a empezar de cero, ahora duele el amor y
mató al corazón, te tenía en mi vida y tú te creías que eras imprescindible, lo
siento pero sin tu amor no voy a morirme. Mi amor era ciego. Te entregué todo
mi ser; mi vida y mi alma se basaban en ti pero tú me las robaste, las
exprimiste, las tiraste y luego bailaste sobre los escombros que dejaste de mí.
Ahora lee mis palabras ensangrentadas; mira mi
corazón roto y oxidado.
Ahora toca empezar de cero.