Si me quedo a oscuras, luz de la locura ven y alúmbrame,
o mejor me alumbro yo mismo con el fuego de mi alma, prefiero eso a vagar sin rumbo, rezando a la nada para que me
muestre el camino que tiene planeado para mí. ¿Y si no quiero seguirlo? ¿No
puedo hacerme mi propio camino?
Me niego a creerme
que mi camino ya está escrito, que alguien ya lo ha planeado por mí, me niego a
seguir a todos esos que predican con hipocresía lo buenos que son y que si no
hacemos lo que mandan arderemos. Yo ya estoy ardiendo, yo soy un hombre con
fuego en el alma, un fuego que quema todo opresor y toda persona que se crea
que puede ordenar a la gente lo que tiene que hacer.
Si me ven acercarme empiezan a hacer su gesto, ya saben
que el diablo no anda lejos pues siempre vamos de la mano. Es oír hablar del
diablo y todos corren, todos tienen miedo pero ¿Quién ha dicho que lo malo no
es bueno, o mejor dicho quien ha dicho quién es bueno y quién malo? ¿Por qué no
nos dejan verlo a nosotros?...Muy fácil, por miedo a probar el pecado, que nos
guste, y repitamos. Personalmente me quedo con el pecado, me quedo con lo que he
decidido, yo me quedo ardiendo; así por lo menos no paso frío.