Me han comentado las gentes del lugar que hay personas dementes que quieren gobernar al pueblo, que no lo van a dejar respirar, que los tributos subirán y que la guardia abusa de los inocentes, pero no los vamos a dejar, no nos van a poder pisar.
Yo, una loca mente intentando crear belleza desde el mismísimo infierno, maldigo a toda persona injusta, a todo ser humano que abuse de su poder y a toda autoridad que abuse de su fuerza. Yo, loco jugador de esta ruleta rusa llamada vida, maldigo a todos esos locos que quieren gobernar el mundo sin las palabras del poeta, sin las historias del escritor o sin las manos del artista.
La verdad, no sé como acabar el cuento, tan solo sé que todos y cada uno de nosotros somos indispensables, no se puede prescindir de nadie. Quizás para los que llevan las riendas del pueblo no seamos nada, tan solo números o papeles pero tenemos muchas personas a nuestro alrededor que nos consideran parte de su gente, de su círculo, gracias a eso, a ser indispensables, el mundo es un poco menos malo, o eso creo. ¡No dejaremos que nos pisen! ¡No!.
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