Entro por la puerta y ya veo el miedo
en vuestros ojos pero no tendré piedad, no valéis para nada, no sois nadie, mi
puño de acero os doblegará, os hará sentaros ante mí, os caeréis, sin fuerzas
os quedareis, yo me voy a encargar de ello. No voy a dejar que respiréis, no
dejaré que os mováis, cada paso, cada bocanada de aire puede ser lo último que
hagáis si no cumplís mi voluntad, soy vuestro dios y nadie puede retarme, un desafío
hacia mí, implica una tortura para vosotros, deseareis la muerte.
Entra por la puerta y me paraliza el
miedo, sé que soy débil, su esclava, sé que para él no soy suficiente, él tiene
la razón y cuando me pega es porque algo hice mal, no le culpo, me equivoco a
menudo, cuando me controla es porque me quiere y no le gusta pensar que me
puede pasar algo malo, por eso necesita saber donde estoy, tengo que
obedecerle, el manda en casa y manda en mí, no le puedo desafiar, podría ser lo
último que hiciera, quiero reaccionar, librarme de este infierno, quiero gritar
socorro, pedir ayuda, pero el pavor que tengo me supera, me paraliza. Soy su
mujer, tengo miedo; le tengo miedo.
Entra por la puerta y la misma
historia de siempre, empieza el circo, la casa es su ring de boxeo, pero en
este no hay reglas, él contra todos y nunca pierde. La rabia me invade, no
puedo soportarlo, estoy arto de verlo, cansado de la misma estampa, de repetir
todo una y otra vez, ella llorando, el gritando, yo intentado no escucharlos,
cascos y música rock a todo volumen, quiero que las guitarras y las baterías me
saquen de este infierno, me libren de este caos. Hoy no, hoy no ganará, hoy no me esconderé en
el rock, hoy me voy a convertir en la
roca que aplastará al tirano, me convertiré en el martillo que destruya su puño
de acero, hoy seré yo quien le haga llorar a él, se acabaron las peleas en esta
casa, hoy sabrás lo que es miedo, hoy te vas de nuestra vida para siempre.
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