miércoles, 2 de abril de 2014

Hace tres años.

 Ya van tres años y te quiero volver a escribir. Pensaba que lo superaría, que sería fácil seguir adelante, pero nada más lejos de la realidad, me es imposible hablar de ti sin tener que parar para respirar y tragar saliva, me es imposible ver una foto tuya y no tener ganas de volver a verte, quizás parece que estoy bien, algunos pensaran que lo he superado, que soy fuerte, pero pocos saben lo que realmente se siente. Escucho quejas, gente que discute con su padre y echan pestes sobre ellos, nosotros discutíamos y se que me queda muchísimo para ser un buen hijo pero no se pueden imaginar lo que daría yo solo por una de tus broncas, solo por escuchar tu voz. Joder, no es fácil perder a tu padre con 17 años y seguir adelante sin mi consejero, sin mi mayor ayuda; que una puta llamada te marque toda tu vida y pasar días llorando. Incluso tres años después, te prometo que recuerdo aquel día y daría lo que fuera porque volvieras a entrar por la puerta. Ahora mismo estoy solo en mi habitación, llorando por tu recuerdo, revivo en mi cabeza cada pequeño detalle que tengo de ti; aun conservo tu reloj, por si lo echabas de menos. Creía estar sin lágrimas, pero siempre se me escapan por ti. No quería aceptar que te habías ido, estuve tiempo intentando convencerme de que seguías aquí, pero después de tres años veo que no es así. Me gustaría poder escribirte las líneas más atractivas del mundo, dedicarte las palabras más elegantes y profundas que puedan salir de mi mente pero conociéndote, dirías que es una tontería, que haga cosas más importantes; ya me gustaría tenerte al lado y poder escucharte eso; entrar en casa, saludar y oír desde el salón alguna de tus peculiares bienvenidas. Quiero escribirte mas pero soy incapaz, me duele demasiado y es mentira que el tiempo cura las heridas o te hace olvidar. Papa, por siempre vivo en mi memoria.


1 comentario:

  1. No te puedo decir mucho por que yo no siento lo que tu sientes. Solo decirte que me encanta como escribes, tus palabras me han llegado y he soltado alguna lagrima. Pero me alegro, porque hay que entender que la vida es muy corta y aun no sabemos lo que nos puede pasar por el camino. Un beso muy fuerte y apoyo, que se que de eso no te falta. Admiradora desde verano.

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