Los recuerdos pasados de las personas queridas pueden aparecer sin pedir permiso en la mente. Unos producen dolor, tristeza. Otros melancolía y otros añoranza por aquellos momentos. Momentos que tan solo vosotros sabéis por qué son especiales. Los motivos por los que una mirada, una sonrisa, un gesto significaba el más delicado o importante de los mensajes.
Con el paso del tiempo esos recuerdos que producían dolor o tristeza creías haberlos dejado atrás, cerrado en un baúl de tu mente para nunca jamás abrirlo y para asegurarte de eso, tirabas la llave al mar del olvido, pero un día, un trágico y maldito día por una simple y vaga fotografía de un tiempo pasado, el baúl explota y escupe en tu mente de nuevo todo aquello que te hería, todo lo que te hacía sentir mal, pero es entonces, cuando te das cuenta del motivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario