Está borracho, es hora de pelear. Ella debe haber hecho algo mal o tal vez él no supo hacer lo correcto. El pecho se convierte en un ring de boxeo. Es hora de correr cuando no sabes que hacer, cuando tus nervios se adueñan de ti y nada salvo darte al vicio lo puede arreglar. Oigo su grito desde lo más hondo, increíble pero puede cambiarlo todo. Estoy asustado por la idea de que me pueda torturar y hacer daño. El poder en sus manos, la muerte en mi corazón. Lo he vivido antes pero no tan duro como esto. Nunca antes lo he visto tan mal, nunca tan bajo, nunca latiendo tan lento. Mi corazón esta borracho y es hora de pelear contra él.
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