-Si te
digo una cosa, estoy seguro de que no me creerás
+Probemos,
cuéntame, dudo que me sorprenda.
-Estoy
arto, quiero irme.
+¿Arto
de qué? ¿E irte a donde?
-De
vivir, quiero irme del mundo.
+¡Pégate
un tiro!
-No
tengo arma, además ensucia mucho.
+¿En
serio?
-Sí,
ensucia mucho.
+¿Por
qué quieres irte?
-Vivo
cansado, odiando todo cuanto veo, asqueando cada segundo que pasa, sin saber qué
hacer con mi vida, ni hacia dónde dirigir mis pasos, todo lo que intento,
fracaso; no consigo nada, no soy nadie, solo un inútil ¿Por qué iba a quedarme?
+Pero
pareces estar bien y ser feliz.
-Soy
feliz para los demás, quiero que todos estén bien a mí alrededor, no quiero que
la gente se preocupe por mí.
+Quizás
es lo que necesitas, que se fijen y te ayuden, que te entiendan, pero tienes
miedo de sentirte vulnerable, de que si cuentas lo que sientes a alguien, te
traicione y lo use contra ti.
-A ti
te lo estoy contando.
+No
sirvo como ejemplo
-¿Por
qué no?
+Porque
sabes bien que no soy de este mundo.
-Cierto,
pero me da igual, siento que el mundo está mejor sin mí pero para desaparecer,
me falta valor.
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