domingo, 8 de junio de 2014

Cobra sentido.

Tengo las manos cortadas por el frío,  la pluma se empieza a mover sola; ella manda, es la guía y yo soy sin rumbo; ella domina, yo obedezco; muestra el camino a seguir; desconozco lo que quiere para mí. No sé si tiene sus propios pensamientos o si aun plasma los que tengo en mi pequeño baúl. Por mi cabeza pasan decenas de ideas, palabras desordenadas, revueltas, sin sentido, sueltas como estrellas fugaces, muchas de ellas son igual de efímeras; en cambio, la pluma caza algunas y las convierte en momentos de luz celestial en plena oscuridad. Pequeños destellos que se forman en medio del caos.

De vez en cuando esa luz es tan intensa que  sale hasta por los poros, entonces el papel se empieza a llenar de garabatos y después de un tiempo sale algo parecido a una buena idea, que poco a poco va tomando forma, va teniendo sentido, comienza a ser algo más que un desorden mental; pasa a ser algo que puedo mostrar. Cuando la pluma se empieza a mover sola es cuando la magia comienza y todo cobra sentido.


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