No
mires atrás. Sabes que no debes mirar atrás, solo camina más rápido. Fíjate en
el reflejo del cristal de tu izquierda, sigue ahí, eres tonta, ya lo sabías,
sabias que no se iba a ir en otra dirección. Más rápido aun, debes dar pasos más
cortos y rápidos. Llama a alguien con el móvil y así ya estarás a salvo.
¡Mierda! El móvil en casa. Te sigue el ritmo, no se cansa. Lo peor es que no
hay nadie en toda la ciudad, parece que todo el mundo se ha esfumado; normal
empanada, son las 6:28 de un viernes, bueno sábado realmente ¿En serio te paras a pensar esos detalles
espacio-temporales? Ha acelerado el paso; gira en la siguiente esquina y
empieza a correr, estas de hacer deporte, seguro que no te alcanza, cojea un
poco del pie derecho, seguro que no puede correr. Ya falta poco, 10 metros para
llegar a la esquina, serán 15 pasos, y luego desaparecerás como el viento.
Bien, 6 metros, vete preparándote para correr más que cuando haces gimnasia. Y
giras la esquina en 4, 3, 2, 1… ¡Corre!
¡Corre! ¡Corre ¡
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