El día amanece y yo he pasado otra noche más sin dormir, estoy perdido, solo, nadie sabe cómo me siento, de hecho nadie me conoce, ni saben que existe dentro de mí; más allá de mis ojos, nadie ve mis pensamientos, ni mi interior. Puedo llegar a dar mucho, nadie lo valora, todos lo menosprecian y no saben que eso me arranca un pedazo de mí. De tantos pedazos rotos, las ventanas de mi alma están en ruinas, tanto me estoy aguantando que me está empezando a corroer por dentro, tan solo soy una fachada, me están destruyendo, estoy roto y desecho. Me voy desmenuzando lentamente, me estoy consumiendo, quedaré en nada; nada es lo que era, nada soy y en nada me convertiré, tan solo irán a peor estas ruinas en las que me han convertido, sigo sin saber dónde ir, sigo en ruinas como Roma. No quiero seguir así, quiero poner fin a todo esto pero me falta valor.
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