Vivimos
en un mundo donde se valora más la forma de vestir que la forma de pensar,
donde te exigen sinceridad, pero se ofenden si les dices la verdad, un mundo
donde las mujeres se disfrazan para ser aceptadas y muchos hombres son
insoportables, babosos y prepotentes con el fin de ligar. Aquí las palabras
están llenas de falsedad, las miradas son capaces de matar, las falsas
apariencias salen de casa como un complemento mas, presumir de lo que se tiene
es demostrar lo que se vale.
Pero
entonces cómo son las cosas, te ofendo por sinceridad o te miento por
educación. En la realidad una mujer no
tiene que tener pechos grandes, maquillaje, tacones, ni minifaldas para
conquistar, hay algo que se llama personalidad, para algunas la gran
desconocida. Dejémonos perder en un
cruce de miradas, que las palabras sean solo eso, palabras, llenas de arte y
verdad. Salgamos desnudos, solo con lo que tenemos dentro, lo que realmente
somos, fuera tantas mascaras, tanto maquillaje, falsedad, apariencias y
vanidades que nos hacen ser cada día peores personas y más robots, todos clones.
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